Como poco, hago ejercicio, y no bajo. ¿Por qué?
Sientes que haces 'todo bien'... comes poco, ejercicio diario, pero la balanza no se mueve, y, menos aún, tu porcentaje de grasa. ¿Qué está pasando? Mmmmm, podríamos pensar en varios factores.
Ilustración de Gaia Stella para New York Times
Puede ser que sigas creyendo en la premisa tan difundida de que 'comer menos y moverte más' da resultados más allá del corto plazo. Primero habría que ver QUÉ estás comiendo, así sea poco. Si la calidad de lo poco que comes es mala, si lo que escoges es alto en azúcares y/o harinas (o procesado), y lo que bebes también, entonces no me sorprendería mucho el resultado.
Si pasas hambre constantemente con tal de bajar de peso, haciendo una dieta baja en calorías, el mensaje que recibe tu cuerpo de manera consistente es que 'en tu tribu hay poca comida'. Si bien estamos en el siglo XXI, nuestro 'cableado' fisiológico sigue siendo el de los cavernícolas, básicamente. Si el cuerpo percibe 'hambruna', pues tenderá, cuando aparece el alimento, a 'guardar' lo máximo posible. Dejar ir parte de las reservas (es decir esos rollos que detestas) sería como un suicidio lento, y tu cuerpo va a sabotear todos tus intentos de que eso suceda.
El ejercicio es uno de los pilares del bienestar, eso no lo discuto. Pero en el contexto de una alimentación baja en calorías, también va a sabotear tus mejores intenciones, porque TE VA A DAR HAMBRE! Y el hambre se podría soportar algunas horas, algunos días, te acepto hasta un mes, pero definitivamente no a largo plazo. En algún momento caerán tus defensas y empezarás a incrementar tus porciones nuevamente. Para mí el hambre no es una buena estrategia para bajar de peso.
Así como tampoco creo en las DIETAS. Ese concepto tiene una connotación negativa y temporal que ayuda en muy poco, y no lo utilizo. Para ponerlo de manera más gráfica: 'por un par de meses voy a comer poquísimo para lograr mi objetivo de peso. Tengo un matrimonio (o el mío propio)'. Dos meses horribles, pero que en algún momento pasarán, y así la vas sufriendo. Poca comida, ejercicio diario. Asumamos que, al cabo de 2 meses, logras el objetivo, bajar 4k. Y ¿qué pasará, crees tú, una vez que cumplas tu objetivo, si empiezas a comer lo mismo que comías antes? Adivinaste: subirás todo lo que bajaste. Porque puedes efectivamente haber bajado de peso, pero si le vuelves a dar a tu cuerpo los mismos ingredientes que lo llevaron a acumular 4k extras, ingredientes que obviamente NO LE SIRVEN, por qué tendría ahora que haber un resultado diferente? Tu cuerpo puede haber perdido 4k a costa de un gran sacrificio, pero genéticamente no ha habido ningún cambio. Fisiológicamente tampoco. Si antes esos ingredientes te 'metieron cabe', lo seguirán haciendo durante toda la vida, cada vez que los consumas, y peor aún con el correr del calendario.
Creo que una estrategia mucho más inteligente es más bien un CAMBIO DE HÁBITO: aquella manera de comer que te lleva a un mejor peso, a una mejor composición corporal y a un mejor estado de salud, ÉSA será tu manera de comer hacia el futuro. Podrás tener una mejor calidad y expectativa de vida.
Otra razón podría ser que seas resistente a la insulina. Así comas poco, si los alimentos y bebidas que escoges aportan azúcares y almidones (más allá de lo que tu cuerpo puede procesar eficientemente), éstos se convertirán en glucosa, y estimularán la secreción de insulina. Dado que la insulina es la hormona de acumulación por excelencia, si es estimulada de manera constante te será imposible perder grasa. ¿Qué quiere decir resistencia a la insulina? (pueden revisar mis posts anteriores relativos al tema, éste y éste). Es una condición en la cual tu cuerpo se 'resiste' a la acción de la insulina. Normalmente, el cuerpo segrega insulina para hacer que la glucosa que se encuentra en sangre (luego de ingerir alimentos) pase a los tejidos para metabolizarse. De otro modo, sería tóxico para el cuerpo que azúcares elevados permanezcan en sangre. Cuando hay resistencia a la insulina, a pesar de que el páncreas segrega insulina, la glucosa en sangre no pasa tan fácilmente a los tejidos, y se 'queda' en sangre. El cuerpo detecta esto y percibe 'peligro'. El páncreas entonces tiene que 'seguir y seguir' segregando insulina hasta que la glucosa finalmente pase a los tejidos y disminuya en sangre. En este proceso la insulina estará elevada por largos periodos de tiempo, a veces 'crónicamente'. Y cuando la insulina está elevada, será imposible 'quemar' grasa.
Otra razón podría ser que estés viviendo en un estado de estrés constante...esa calamidad de nuestra era. En un post anterior podrás leer esto con mayor detalle. Puede ser estrés de muchos tipos: laboral, marital, familiar, de salud, financiero, depresión, soledad, etc. o una combinación de ellos, pero el hecho de estar en una situación crónica de estrés, que no cede, hará que se generen ciertas hormonas en tu cuerpo que favorecen, en personas susceptibles, la acumulación de grasa en la región central. Como digo a mis pacientes: el estrés 'no termina en el cuello', no es algo que se queda a nivel pensamiento! Hace que el cuerpo segregue muchas hormonas (como cortisol, adrenalina, etc) para prepararte a hacer frente al 'tigre' (o sea, luchar o huir). Pero el problema es que ahora no hay ningún tigre real...¿Qué hace entonces tu cuerpo con esa glucosa extra que se genera como combustible para pelear o correr, si es que efectivamente ni corres ni peleas? Muy probablemente la terminará guardando como grasa abdominal. Si a tu estrés crónico le añades una 'dieta' restrictiva y ejercicio, finalmente le estarás incrementando aún más el nivel de estrés. Un círculo vicioso.
Finalmente quiero mencionar la duración y calidad de tu sueño. Esto no es trivial. El cuerpo necesita del sueño no solamente para recuperar energía, sino para 'repararse', e incluso eliminar desechos que se generan en el cerebro. Si no duermes bien (y aquí incluyo a aquellos que necesitan de un fármaco para dormir), esto será interpretado por el cuerpo como un 'estrés'. Recuerda que una técnica usada para 'romper' las defensas de prisioneros es no dejarlos dormir...Si ya tienes resistencia a la insulina, te hará más resistente aún, debilitará tu sistema inmune, además de muchos otros efectos negativos. Si a tu dieta hipocalórica le sumas ejercicio y sueño corto o de mala calidad, creo que los resultados no serán muy alentadores.
O sea que, en resumen, puedes empezar por analizar los factores que menciono, a ver si alguno de ellos están saboteando tus mejores intenciones. Y, sí, un tema de tiroides o de metabolismo 'lento' podría ser un factor, pero no es la causa más común, según lo que veo en mis pacientes. Pero , obvio, siempre será tentador culpar a la tiroides de los malos resultados...
Para pensarlo...