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No tengo energía, ¿a qué se puede deber?

La falta de energía o fatiga es una queja bastante común entre los pacientes que llegan a mi consulta. Una cosa es estar cansado por algo puntual (por ejemplo, tienes un bebe recién nacido en casa, o dormiste mal por un resfrío), pero pasar la vida sintiéndote cansado todos los días no es algo normal, ni muy agradable... con el agravante de que puedes sentir que tu caso no tiene solución, o, peor aún, pensar que como te vas haciendo mayor, 'así tiene que ser'. Ninguna de las dos.

Paul Rogers para The New York Times

Veamos algunas posibles causas 'fáciles' que se pueden evaluar de arranque:

  • Duermes mal y poco: el cuerpo necesita un mínimo de 7-8 horas de sueño de calidad diariamente para repararse (considerando un adulto 'aparentemente sano'). Si duermes menos, tu proceso de reparación quedará inconcluso, y tu cuerpo no estará en condiciones óptimas para generar la cantidad de energía que requieres para tus actividades. El dormir menos horas o tener un sueño entrecortado podría deberse a varias causas, por ejemplo, una pareja que ronca, apnea del sueño, mucha luz en el cuarto, una cama o colchón en mal estado, mucho calor, dormir con niños o animales en la cama, etc. La solución de algunas de éstas podría involucrar conseguir cortinas oscuras (o black-out), sacar al perro de la cama, un colchón o cama nueva, un ventilador, etc. Otra razón podría ser que te acuestas demasiado tarde, porque te quedas viendo TV... mal negocio. El tema es que hay que ir activamente ¡evaluando y descartando razones! Te recomiendo revisar un post anterior en el cual mencioné muchas alternativas para mejorar la calidad del sueño. Siempre da un poco de flojera cambiar hábitos, pero si la recompensa es dejar de sentirte fatigado todo el día, para mí vale 100% la pena.

  • Estás estresado/a, ansioso/a: los males de nuestros tiempos. Si tu cuerpo 'percibe' estrés o ansiedad de manera crónica, esto lo interpreta como un 'ataque' del cual tiene que 'defenderse'. Entonces elegirá destinar algunos recursos para defenderse, y quedarán menos recursos para generar energía. El estrés, como ya he mencionado en un post anterior, ¡no 'termina en el cuello'! Se estimulan hormonas como cortisol y adrenalina que preparan efectivamente al cuerpo para luchar o huir, y se genera glucosa para ser usada como combustible para esta supuesta lucha o huida. Y si esta glucosa luego no se usa (porque asumo que no lucharás físicamente ni huirás), y si esta glucosa es generada de manera crónica, traerá problemas de salud. En este caso, urge un manejo eficiente del estrés crónico para que se liberen en el cuerpo recursos y sean usados precisamente para generar energía (en lugar de para 'defenderse').

  • Trabajas demasiado: puede ser en la casa, en la oficina, con los niños, e inclusive exceso de ejercicio. Trata de identificar algún patrón que te agote y que creas que puedes cambiar. Si estás crónicamente agotado/a, deja de correr o de hacer ejercicios extenuantes, por ejemplo. Descansa, haz una siesta, busca un momento de tranquilidad. Trata de recobrar tu equilibrio. Esto no es un engreimiento. No vas a lograr regenerar a tu cuerpo mientras lo explotas. Tu salud va a sufrir, tarde o temprano.

  • Estás mal hidratada/o: puede afectar tanto tu energía física como la mental. Aquí más información sobre una hidratación adecuada.


A continuación, algunas otras causas potenciales:

  • La tiroides no está funcionando bien: puede deberse a una serie de factores, como una mala conversión de T4 en T3 (la hormona 'activa'), una deficiencia de yodo, presencia de anticuerpos anti-tiroideos, etc. Será necesario hacer pruebas en sangre. La tiroides es una glándula muy importante para el metabolismo y la generación de energía.

  • Presencia de hígado graso: es un órgano muy importante; de no estar funcionando bien, podría generar síntomas de fatiga y cansancio.

  • Fluctuaciones de glucosa en sangre: las subidas y bajadas bruscas causan fatiga crónica. Opta por una combinación adecuada de alimentos (proteína de buena calidad, grasas saludables, muchas verduras...) en cada comida, sin meriendas en los intermedios, para mantener los azúcares en sangre en rangos óptimos. No te saltes comidas para luego terminar comiendo 'cualquier cosa' a la volada. Evita azúcares, jugos en general, dulces, postres, galletas, bocaditos embolsados, productos procesados... Al consumirlos sentirás un incremento de energía, pero luego vendrá una caída inexorable. Los carbohidratos densos no son una fuente de energía constante.

  • Deficiencias nutricionales: por ejemplo anemia o deficiencias de B12, dietas inadecuadas y/o mal estructuradas, dietas pro-inflamatorias, problemas de absorción intestinal (celiaquía entre otros). Ten cuidado de no descuidar la ingesta de grasas saludables, proteína animal 'limpia' (libre de hormonas y antibióticos), pescados y mariscos, hartas verduras de colores diferentes. Si tu cuerpo no recibe via la alimentación los insumos que necesita para generar energía, ¿de dónde se supone que los va a sacar?

Opciones adicionales para seguir investigando:

  • Algún fármaco que estés tomando que dé sensación de cansancio como efecto colateral

  • Estrés psicológico crónico (relaciones tóxicas con tu pareja, familia, en el trabajo, etc.)

  • Intolerancias alimentarias (alimentos que nuestro cuerpo de alguna manera 'rechaza' y que nos pueden generar diversos síntomas, por ejemplo, fatiga crónica, dolor de cabeza, problemas en la piel, etc.)

  • Exceso de comida (el organismo emplea energía para procesar los alimentos; si tus porciones son excesivas, su procesamiento involucrará mucha energía, quedando menos para otras actividades)

  • Presencia de infecciones (Epstein-Barr, Candida, infecciones intestinales, infecciones por hongos y levaduras, tóxicos como pesticidas, herbicidas, aditivos químicos en productos procesados)

  • Falta de exposición a luz solar

  • Presencia de toxinas: metales pesados, químicos, mercurio, bisfenol-A, glifosato, etc.

  • Uso de alcohol y tabaco

Es muy importante mencionar, para terminar, algunos errores comunes que cometen las personas al tratar de combatir la fatiga:

  • tomar café o bebidas cafeinadas

  • tomar bebidas energizantes (Red Bull, etc)

  • uso de snacks altos en azúcares (chocolates, etc)

  • uso de fármacos (para dormir, estimulantes, etc)

Es obvio que ninguna de estas opciones corrige la razón de fondo. Solo sirven para 'maquillar' los síntomas. Y tú, ¿quieres solo un maquillaje? Es como tener un caballo viejo y cansado que está echado en el piso... tú quieres que se pare, y no lo logras. Entonces decides hacer algo más radical y le das con un fuete. Se terminará parando, pero ciertamente no te servirá de mucha ayuda.

Entonces, ¿será inteligente usar un 'fuete' con tu propio cuerpo? ¿O mejor será tratar de averiguar qué cosa(s) te están robando energía todos los días y tratar de cambiarlas?

Para pensarlo...

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